Un segundo
En un segundo la vida para,la viuda que algún día me vi reflejada en ella marca presencia con cada lágrima
tu silueta al irse y tu alma al olvidar la mia ha hecho su trabajo
En un segundo tus palabras se disipan
Tu rostro se cubre de la templestad del hombre y converges en la oscuridad.
El dolor del naufragio en la eterna agonía derrumba mi barco
El último beso bajo tu feretro recuerda el segundo que marcharas a la eternidad
Las memorias que algun día, que algún segundo dejaste, se borraran
la vida, la vida no tiene tiempo para perdonar ese segundo.
Mis pasos se encaminaran solos por el sendero de mil segundos
y tus pasos se sintonizaran con el cuerpo de otro viajero
pero a tu familia la huella que has dejado hundir derrumba su alma
y tu mortalidad me recuerda la vida que no fue vida para ti.
El último segundo más doloroso de tu vida, el último suspiro de tranquilidad
fueron dos años de dolor intenso de un karma de un pasado
un pasado que derrumba los sueños de las velas y tropieza tu vuelo
un naufrago y un ave se vuelven amigos en el último segundo.
Y esta ella ahí llorandote, buscandote, preguntandome tu nombre
parece que al pasar este segundo te vere fiel sentado en tus cadenas
cadenas que no te permitieron volar, solo desplazarte
las cadenas que te sentenciaron a muerte y el sedentarismo eterno
La luna no te sonreí al pasar y la vida misma solo te quería enseñar
el espiritu se va en paz sin cadenas, sin cadenas que prohiban tu libertad
sueña eterno viajero en tu vuelo, pero no te olvides de aquel segundo
El segundo del eterno naufragio en el dilema de la vida y muerte.
Miriam Itzel Hernandez Delgado
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