Trabajo No
1
Los Cuatro Acuerdos.
Espejo Humeante y
El Primer Acuerdo.
Los Cuatro Acuerdos.
Espejo Humeante y
El Primer Acuerdo.
Espejo
Humeante.
Hace tres mil años
había un ser humano, igual que tú y que yo, que vivía cerca de una ciudad
rodeada de montañas. Este ser humano estudiaba para convertirse en un chamán,
para aprender el conocimiento de sus ancestros, pero no estaba totalmente de
acuerdo con todo lo que aprendía. En su corazón sentía que debía de haber algo
más.
Un día, mientras
dormía en una cueva, soñó que veía su propio cuerpo durmiendo. Salió de la
cueva a una noche de luna llena. El cielo estaba despejado y vio una infinidad
de estrellas.
Entonces, algo
sucedió en su interior que transformó su vida para siempre. Se miró las manos,
sintió su cuerpo y oyó su propia voz que decía: “Estoy hecho de luz; estoy
hecho de estrellas”.
Miró al cielo de
nuevo y se dio cuenta de que no son las estrellas las que crean la luz, sino
que es la luz la que crea las estrellas. “Todo está hecho de luz –dijo-, y el
espacio de en medio no está vacío” Y supo que todo lo que existe es un ser viviente,
y que la luz es la mensajera de la vida, porque está viva y contiene toda la
información.
Entonces se dio
cuenta de que, aunque estaba hecho de estrellas, él no era esas estrellas.
”Estoy en medio de las
estrellas”, pensó.
Así que llamó a las estrellas el tonal y a la luz que había entre las
estrellas el nagual, y supo que lo que creaba la armonía y el espacio
entre ambos es la Vida o Intento.
Sin Vida, el tonal
y el nagual no existirían. La Vida es la fuerza
de lo absoluto, lo
supremo, la Creadora de todas las cosas.
Esto es lo que
descubrió: Todo lo que existe es una manifestación del ser viviente al que
llamamos Dios. Todas las
cosas son Dios. Y
llegó a la conclusión de que la percepción humana es sólo luz que percibe luz.
También se dio cuenta de que la materia es un espejo -todo es un espejo que
refleja luz y crea imágenes de esa luz-, y el mundo de la ilusión, el Sueño,
es tan sólo como un humo que nos impide ver lo que realmente
somos. “Lo que
realmente somos es puro amor, pura luz”, dijo.
Este
descubrimiento cambió su vida. Una vez supo lo que en verdad era, miró a su
alrededor y vio a otros seres humanos y al resto de la naturaleza, y le asombró
lo que vio. Se vio a sí mismo en todas las cosas: en cada ser humano, en cada animal,
en cada árbol, en el agua, en la lluvia, en las nubes, en la tierra... Y vio
que la Vida mezclaba el tonal y el nagual de distintas maneras para crear
millones de manifestaciones de
Vida.
En esos instantes
lo comprendió todo. Se sentía entusiasmado y su corazón rebosaba paz. Estaba
impaciente por revelar a su gente lo que había descubierto. Pero no había
palabras para explicarlo. Intentó describirlo a los demás, pero no lo
entendían. Vieron que había cambiado, que algo muy bello irradiaba de sus ojos
y de su voz. Comprobaron que ya no emitía juicios sobre nada ni nadie. Ya no se
parecía a nadie.
Él los comprendía
muy bien a todos, pero a él nadie lo comprendía. Creyeron que era una
encarnación de Dios; al
oírlo, él sonrió y
dijo: “Es cierto. Soy Dios. Pero vosotros también lo sois. Todos somos iguales.
Somos imágenes de luz. Somos Dios”. Pero la gente seguía sin entenderlo.
Había descubierto
que era un espejo para los demás, un espejo en el que podía verse a sí mismo.
”Cada uno es un espejo”, dijo. Se veía en todos, pero nadie se veía a sí mismo
en él. Y comprendió que todos soñaban pero sin tener conciencia de ello, sin
saber lo que realmente eran. No podían verse a ellos mismos en él porque había
un muro de niebla o humo entre los espejos. Y ese muro de niebla estaba
construido por la interpretación de las imágenes de luz: el Sueño de los seres humanos.
Entonces supo que
pronto olvidaría todo lo que había aprendido. Quería acordarse de todas las
visiones que había
tenido, así que decidió llamarse
a sí mismo Espejo Humeante para recordar siempre que la materia es un espejo y
que el humo que hay en medio es lo que nos impide saber qué somos. Y dijo: “Soy
Espejo Humeante porque me veo en todos vosotros, pero no nos reconocemos
mutuamente por el humo que hay entre nosotros. Ese humo es el Sueño, y el espejo eres tú, el soñador”.
Prime Acuerdo “El Ser
impecable con tus palabras”.
¿Por qué tus palabras? Porque constituyen el poder que tienes para crear.
Mediante las palabras expresas tu poder creativo, lo revelas todo.
Independientemente de la lengua que hables, tu intención se pone de manifiesto
a través de las palabras. Lo que sueñas, lo que sientes y lo que realmente
eres, lo muestras por medio de las palabras.
Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano,
el instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: pueden
crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Uno de los filos es
el uso erróneo de las palabras, que crea un infierno en vida. El otro es la
impecabilidad de las palabras, que sólo engendrará belleza, amor y el cielo en
la tierra. Según cómo las utilices, las palabras te liberarán o te
esclavizarán aún más de lo que imaginas. Toda la magia que posees se basa
en tus palabras.
La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están
plantando semillas. Las semillas son opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas
una semilla, un pensamiento, y éste crece. Las palabras son como semillas, ¡y
la mente humana es muy fértil! El único problema es que, con demasiada
frecuencia, es fértil para las semillas del miedo. Todas las mentes
humanas son fértiles, pero sólo para la clase de semilla para la que están
preparadas. Lo importante es descubrir para qué clase de semillas es fértil nuestra
mente, y prepararla para recibir las semillas del amor.
Con las palabras uno
puede crear por reacciones positivas como negativas.
Las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian
por entero, para bien o para mal, nuestras creencias. Otro ejemplo: Quizás
pienses que eres estúpido, y tal vez lo hayas creído desde siempre. Este
acuerdo es muy difícil de romper, y es posible que te lleve a realizar muchas
cosas con el
único fin de convencerte de que realmente eres estúpido. Puede que hagas
algo y te digas a ti mismo: “Me gustaría ser inteligente, pero debo de ser
estúpido, porque si no lo fuera, no habría hecho esto”. La mente se mueve en
cientos de direcciones diferentes y podríamos pasarnos días enteros atrapados
únicamente por la creencia en nuestra propia estupidez.
Pero un día alguien capta tu atención y con palabras te hace saber que
no eres estúpido. Crees lo que esa persona dice y llegas a un nuevo acuerdo. Y
el resultado es que dejas de sentirte o de actuar como un estúpido. Se ha roto
todo el hechizo sólo con la fuerza de las palabras. Y a la inversa, si
crees que eres estúpido y alguien capta tu atención y te dice: “Sí,
realmente eres la persona más estúpida que jamás he conocido”, el acuerdo se verá
reforzado y se volverá todavía más firme.
Pero que significa ser Impecable, bien veamos lo que la palabra
“impecabilidad” significa, Impecabilidad es “sin pecado”. “Impecable” proviene
del latín pecatus, que quiere decir “pecado”. El im significa “sin”, de
modo que “impecable” quiere decir “sin pecado”. Las religiones hablan
del pecado y de los pecadores, pero entendamos qué significa realmente
pecar. Un pecado es cualquier cosa que haces y que va contra ti. Todo lo que
sientas, creas o digas que vaya contra ti es un pecado. Vas contra ti
cuando te juzgas y te culpas por cualquier cosa. No pecar es hacer exactamente
lo contrario. Ser impecable es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable,
asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin Juzgarte ni culparte.
Desde este punto de vista, todo el concepto de pecado deja de ser algo
moral o religioso para convertirse en una cuestión de puro sentido común. El
pecado empieza con el rechazo de uno
mismo. El mayor pecado que cometes es rechazarte a ti mismo. En términos
religiosos, el autorrechazo es un “pecado mortal”, es decir que te conduce a la
muerte. En cambio, la impecabilidad te conduce a la vida.
Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo. Si te
veo en la calle y te llamo estúpido, puede parecer que utilizo esa palabra
contra ti, pero en realidad la utilizo contra mí mismo, porque tú me odiarás
por ello y tu odio no será bueno para mí. Por lo tanto, si me enfurezco y con
mis palabras te
envío todo mi veneno emocional, las estoy utilizando en mi contra.
Si me amo a mí mismo, expresaré ese amor en mis relaciones contigo y
seré impecable con mis palabras, porque la acción provoca una reacción
semejante. Si te amo, tú me amarás. Si te insulto, me insultarás. Si siento
gratitud por ti, tu la sentirás por mí. Si soy egoísta contigo, tú lo serás
conmigo. Si utilizo mis palabras para hechizarte, tú emplearás las tuyas para hechizarme
a mí.
Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente,
en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo.
Si llegas a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso
bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno
emocional que hay en tu interior.
El Primer Acuerdo cambiará el tipo de semillas para las que tu mente
resulta fértil.
Sé impecable con tus palabras. Este es el primer acuerdo al que debes llegar si quieres ser libre, ser
feliz y trascender el nivel de existencia tan bajo del que nos encontramos. El
Primer Acuerdo es muy poderoso Utiliza tus palabras apropiadamente. Empléalas
para compartir tu amor. Utiliza este acuerdo
comenzando contigo mismo, Dite a ti mismo que eres una persona
maravillosa, fantástica. Dite cuánto te amas. Utiliza las palabras para romper
todos esos pequeños acuerdos que te hacen sufrir.
Referencia bibliográfica:
"Los Cuatro Acuerdos"
Miguel Ruiz.
JORGE ABRAHAM MEDINA AVILA
T·.·P·.·L·.·P·.· Y L·.·H·.·
OR·.· DE GUADALAJARA JALISCO
T·.·P·.·L·.·P·.· Y L·.·H·.·
OR·.· DE GUADALAJARA JALISCO
A LOS 21 DÍAS DEL MES DE JULIO DEL 2012
ES CUANTO.
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