martes, 2 de junio de 2015

Nuestra Juventud

Nuestra Juventud.

Cree el joven vanidoso que el mundo entero es de el y no que él le pertenece al mundo… creyendo que siendo político o perteneciendo a la élites mexicanas para hacer una muy buena alcancía de ahorros es la victoria la batalla. Cree que el mundo está en orden mientras ignora por su bienestar que hay males ahí fuera dispuestos a estar por encima de nosotros, esos gigantes que aunque miremos al cielo son invisibles, que viajan por el tiempo como un aire conquistando mentes y que su brío encandila haciéndonos creer que es esperanza pero no es mas que un simple rayo que no nos deja ver con claridad…



La juventud tiene que despertar, duerme tranquilamente con una sonrisa en su rostro recordando con honor a los padres de las Guerras en lucha de la libertad que ha tenido el país, y olvida que hay mucho que cambiar; que no hay tiempo ni lugar para el descanso y aunque durmamos deberemos tener armas sobre la almohada… armas de sentir, armas de pensar y armas de actuar…



No hay viento ni huracán que pueda contra las ideas frescas y jóvenes, ideas con energía y que conforme pase el tiempo el mundo las acepte y crea que el emblema del mundo es la actividad, la acción. Los jóvenes que no se conocen deberán apretar el paso y conocerse, pues hay que saber con quienes se peleará esta gran batalla. Los jóvenes que muestran sus puños cerrados distinguidos por diferente color o estandarte peleando por la pluriculturalidad e ideas, mostrando ignorancia y envidia tendrán que unirlas creando una mano permanente.



Juventud, el mundo no te ve como un tronco sólido y fuerte capaz de dar sombra a los hijos de la nación, te ve como las hojas que viven en el aire bajando lentamente como el otoño sin importar nada, acariciadas por la “luz” y dejando pasar cualquier rayo que queme a los mas inofensivos, pues un árbol sin hojas imposible de dar una buena sombra … Habrá que unificarnos y dar seguridad impidiendo que esa luz destructiva que es la esclavitud, llene de calor nuestro cuerpo quizá hasta destruirlo… pero solo así sentiremos el calor de la fraternidad.



¡Hijos del campo nacional que se avergüenzan de este como padre e intentan incorporar la estatua de la libertad en lugar del águila Real! ¡Nacidos en México que se avergüenzan por su manto indígena olvidando a la madre que los crío y renegando de su situación!. ¿Qué jóvenes somos? ¿El que cuida a su madre patria de la enfermedad? o ¿El que oculta su raíz y vive del sustento pudriendo sus tierras?...Usando serpientes como corbatas que lanzan veneno a los nuestros y traicionando al seno que los amamantó. Más vale el manto original que un letrero de traidor en la espalda.



El amor tiene que nacer del país, el espíritu e ideas tienen que ser del país, la forma de educar a nuestros hijos tiene que ser propia del país. Recuerden que el hombre libre y natural siempre vencerá al letrado artificial que lleva consigo ideas que no son propias. Conocer es resolver, conozcan la educación más que la champaña y la libertad más que el libertinaje… Conozcan su país, crece y únete al conocimiento, este es el único modo de librarnos de la tiranía. Ser héroe no es morir, se puede ser héroe en la paz, morir con honra y defendiendo el escudo nacional no es mejor que vivir en orden y seguir.



¿Cómo somos? No lo sabemos aún, habrá que descubrirlo, pero de algo estoy seguro… Trabajar por la patria y la humanidad es servir… Y pensar es servir.


31/Enero/2015.
J. Z. Llamas

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